¿Por qué no dedicarte a lo que más te gusta? ¿Por qué no emprender en lo que realmente quieres?
La respuesta suele ser el miedo, miedo a
arriesgar y perder, miedo a equivocarse y miedo a salir de la zona de confort.
La puesta en marcha de una empresa, tampoco es tarea fácil,
y esto es algo que de entrada, puede asustar a mucha gente.
El primer paso es tener una idea, el segundo es elaborar un
buen Plan de Empresa que contemple todos los riesgos y la viabilidad de nuestro
negocio.
Negocio si, porque aunque es la actividad que más nos gusta
hacer, y lo haríamos hasta gratis, nuestra empresa es un negocio. Y eso implica
que debemos ganar dinero con ello.
Todos los negocios tienen tres fases: la
fase inicial en la que se desarrolla la idea, una segunda fase en la iniciamos
nuestra empresa, y la tercera y última que es la fase de desarrollo, en la que
nuestra empresa debe empezar a funcionar. El éxito o el fracaso de nuestra
empresa dependerá de estos tres pasos.
Sacar adelante un negocio, muchas veces es una carrera de
fondo. El dinero no debería ser una traba para poder desarrollar tu negocio,
pero es cierto que las empresas en las que menos capital se invierte, por norma
general son las que crecen más despacio y son en las que se invierte más
tiempo: dinero versus tiempo.
Por lo tanto, es muy importante mantenernos
activos en el sector escogido y encontrar motivaciones que nos ayuden e
impulsen a desarrollar nuestro negocio.
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