Las Navidades son épocas de locura y consumismo extremo. Ciudades y hogares se llenan de luces y opulencia para celebrar estos días.
El gasto energético en diciembre y enero se dispara un 30%
respecto del resto del año. Si a esto añadimos que en invierno la factura de la
luz se encarece. En noviembre de 2017, hemos pagado un 5,37% más que el año
pasado.
El gasto de las familias se dispara y no sólo en energía,
sino también en las casi obligatorias compras navideñas. En Navidad sabemos que
muchos productos están más caros que el resto del año, pero como se nos ha
vendido que hay que consumir, pues lo aceptamos y compramos a precios
desorbitados.
Según un reciente estudio realizado por Cognodata Consulting,
en el mes de diciembre, los días 23 y 30, víspera de Nochebuena y Nochevieja,
es cuando se registran las mayores ventas en productos de consumo frescos y perecederos:
sobre todo en carnicería, pescados y mariscos. Obvio.
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