Ni ven ni escuchan, caminan por la calles centrados en sus aparatos electrónicos. Más que peatones tecnológicos, los podríamos llamar “zombies tecnológicos” tranquilamente, como he leído en algún periódico.
Esta nueva tipología de espécimen, camina con la cabeza baja y los ojos centrados en una pantalla móvil por la calle, son cada vez más numerosos, y cada vez miran menos por donde van.
Si hace años lo peligroso para el peatón era vestir de
colores oscuros que lo confundieran con el asfalto, o las carreteras con poca
visibilidad, ahora el móvil y demás objetos tecnológicos (mp3, tablet, PDA...)
pasan a ser el riesgo número uno.
El uso de auriculares no permite oír sonidos externos y nos aísla,
dejándonos sordos ante advertencias importantes. La distracción de las personas
que leen algo en una pantalla mientras siguen caminando, también es muy
peligrosa: leemos, pensamos, entendemos y escribimos, y hacemos todo esto con
la vista fija en la pantalla. La distracción en cualquier caso, tiene como
consecuencia algunas de las infracciones más habituales de los peatones:
irrumpir la calzada, cruzar donde no se debe... que producen situaciones de
riesgo.
Mucho cuidado, porque todos nosotros en algún
momento nos convertimos en “peatones tecnológicos”. Recordad que el uso de
estos dispositivos, aunque nos hacen la vida más entretenida, aumentan en un
40% el riesgo de sufrir un accidente, y a veces es mejor apagar el smathphone y
disfrutar del paisaje y de las relaciones humanas.