La cesta de la compra está por las nube, y los precios no paran de subir
1. El gasto de cocinar para cuatro es muy similar al gasto para cocinar
para más. Es conveniente por lo tanto aprovechar y cocinar más cantidad. Se
puede comer una parte (hay que tener en cuenta que la comida cocinada aguanta
más tiempo en la nevera) y congelar el resto.
2. Centrarse en los productos de temporada. Son más baratos y de mayor calidad.
2. Centrarse en los productos de temporada. Son más baratos y de mayor calidad.
3. Un producto cocinado se puede convertir en otro plato. No es necesario comer todos los días lo mismo. Si hemos hecho arroz a la cubana, podemos “reciclar” las sobras de arroz blanco en un arroz con leche. O las sobras de pan duro para hacer un pudin dulce o salado, o unas torrijas.
4. Aprovechar las sobras para realizar otros platos: croquetas, tortillas variadas, empanadas o empanadillas, o incluso purés o sopas.
6. Desecha los alimentos que ya vienen preparados. Los envases, los aditivos añadidos y el propio sabor de estos, no tiene nada que ver con los de un plato casero.
7. Es todo un ahorro realizar los yogures, helados y flanes caseros.
Son más naturales y se ahorra muchísimo dinero.
8. Vuelve al “tupper”. Si tu trabajo no te permite comer en casa, esta
es la alternativa más económica y saludable de comer.
10. Aprovecha el agua de cocer las verduras, para hacer un arroz. O cuando hagas una cremita de verduras, añádelo en vez de agua. ¡Notarás la diferencia!