Los problemas de atascos de tuberías son frecuentes sobre todo si estas son viejas. Una de las soluciones más sencillas y eficaces es limpiarlas con levadura o bicarbonato y vinagre. Con esto podremos ablandar todas las grasas acumuladas en las paredes de la tubería.
Modo de empleo:
Echamos media tacita de levadura o bicarbonato por el desagüe,
añadimos media tacita de vinagre y tapamos. Dejamos que haga efecto durante
varios minutos y añadimos una cazuela de agua caliente con mucho cuidado, para
que arrastre la grasa con el calor y elimine todas las sustancias que la
obstruyen, si el agua está hirviendo mejor.
Muchas veces, si el atasco es menor, se puede solucionar
simplemente echando una cazuela con sal y agua hirviendo, eso bastará para
limpiarlas.