cookies

¡Hola! Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarte ocasionalmente publicidad relacionada con tus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación.
Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso. Puedes cambiar la configuración u obtener más información aquí.

COMO REALIZAR CON ÉXITO UNA ENTREVISTA DE TRABAJO




INVESTIGA

Si conoces a alguien que trabaje en esa empresa, no dudes en preguntarle, y realiza una búsqueda exhaustiva en internet y periódicos para recopilar todo lo posible.

Cuanta más información tengas sobre su actividad, plantilla, y condiciones laborales, más facilidad tendrás a la hora de enfrentarte a la entrevista personal, y menos sorpresas te podrás llevar.

Recopila toda la información que puedas y no tengas reparos, ellos también lo harán si pueden. Ojo por tanto, a la información personal que tengas en internet. Es desaconsejable mantener perfiles abiertos al público en redes sociales y dar opinión en foros y páginas aportando datos personales que te puedan identificar.

Lleva preparado un pequeño discurso de unos diez minutos acerca de tu trayectoria laboral. Aquí lo ideal es que intentes dar una sensación de evolución ascendente en los diferentes puestos que hayas trabajado.

    Si algo no te interesa o no puedes atenderla en ese momento, explícalo amablemente, sé tajante, que no quede lugar a dudas, pero sin perder la educación en ningún momento. 

Tan malo es presentarse a la cita tarde, como demasiado pronto. Lo ideal es que aparezcas puntual, o cinco minutos antes. Si te has adelantado y te sobran veinte minutos, ni se te ocurra aparecer, busca una cafetería cercana e intenta relajarte allí tomando algo. 



Independientemente de si te cogen para el trabajo o no, seguro que has aprendido un montón de cosas. Repasa todos tus errores y también tus aciertos, esas cosas que sabes que les han gustado y las que más han valorado. 

A estas alturas ya debes tener claro si te interesa aceptar el trabajo o no, aunque cuando te llamen para decirte que te aceptan (si lo hacen), tu puedes tomarte un tiempo para reflexionar, aunque te recomiendo que si lo tienes claro des tu confirmación al momento. 


PREPÁRATE

Repasa minuciosamente tu currículum vitae y tus experiencias laborales. No confies ciegamente en tu indudable profesionalidad y repasa cada unas de las tareas realizadas y cada titulación que poseas. Es importante saber algunas fechas clave, como por ejemplo el año que te licenciaste, o el tiempo que has trabajado en cada puesto.

Con toda probabilidad te preguntarán por las funciones que ejercías y el motivo por el que cambiaste de trabajo.

-Oportunidad de crecer en el sector.
-Proyecto de gran interés.


VÍSTETE ACORDE AL PUESTO AL QUE OPTAS

Esto que puede parecer una obviedad, es una de las cosas más importantes.

Usa el sentido común: no viste igual un director de marketing, que un auxiliar de tienda, no obstante y sea cual sea el puesto al que optas siempre hay unas normas en la vestimenta que debes seguir obligatoriamente:

Apuesta por la discreción. Cuantos menos accesorios o complementos lleves, mejor. El tema de la originalidad sólo está justificado trabajos creativos.
Lleva una ropa con la que estés cómodo y que siente bien.

Cuida especialmente la higiene. Que se note que se ha hecho un esfuerzo por ir arreglado. Es inpensable llevar el esmalte de uñas gastado, la ropa arrugada, el pelo despeinado, los zapatos viejos...

¿Debo maquillarme? Por supuesto que si, pero muy sutilmente. Que el maquillaje sea fresco y natural. Maquíllate siempre para mejorar, no para enmascarar.

En cuanto al pelo, llévalo cuidado. No descartes pasar un día antes por la peluquería a que te arreglen el corte o a aplicar color. Un cabello rubio con raíces negras es algo muy desagradable, tanto como una barba desarreglada con patillas sin arreglar.

La ropa que debes elegir tiene que ser sobria, cómoda y cuidada. Busca una buena combinación entre los elementos que lleves y evita los contrastes. Para los hombres, lo más acertado siempre es un traje que siente bien y tenga buen corte, o si el puesto no lo requiere, se puede ir más sport, con unos pantalones y una americana o chaqueta. 

    Se pueden llevar dos piezas que combinen, puedes llevar falda, vestido, pantalones... lo que quieras, pero que tenga un buen corte, evita los tirantes, eso si, y aunque estés a cuarenta grados, lleva siempre una chaqueta fina encima o al menos media manga.

Joyas: olvídate de llevar más de un anillo o más de un collar. Cuidado con las pulseras, que no sean de las que hacen ruido cada vez que te mueves y lo mismo con los pendientes. Elige algo muy discreto y cuanto menos lleves, mejor.

Perfume: Que sea muy sútil y muy poca cantidad. Jamás se te ocurra aplicarte uno de esos que hacen que dejes un rastro aromático allá por donde pasas.

Calzado: Que no se vea gastado y llévalo siempre extremadamente limpio. Si se llevan tacones, hay que elegir unos que no hagan demasiado ruido. Jamás lleves zapatillas ni chanclas. Elige zapato o bota, aunque en verano las mujeres pueden llevar sandalias si no son muy abiertas (en este caso, tus pies deberán estar perfectos).

LA ENTREVISTA 

    Normalmente la primera toma de contacto es telefónico, y esta es sin lugar a dudas la primera impresión que causamos: atiende siempre todas las llamadas de forma atenta y amable, independientemente de quien procedan. 

En muchas empresas no sólo tienen en cuenta la entrevista personal, sino también la llamada telefónica, la rapidez a la hora de enviarle información si nos lo solicitan y la flexibilidad a la hora de fijar una cita. 

Lo más común es que citen a una hora en un sitio determinado, pero algunas veces nos pueden dar a elegir. En este caso opta siempre por una cita a primera hora de la mañana, aunque tengas que madrugar. Es lo más acertado, causa muy buena impresión, da sensación de disponibilidad y de ser una persona activa, además de ser a primera hora cuando la mente se encuentra más despejada.

PUNTUALIDAD 

Se da por supuesto, pero cúmplelo siempre, y ten en cuenta que no hay ninguna excusa válida para la impuntualidad, por lo tanto, vete con tiempo. 

Jamás te permitas dudar de tu profesionalidad, sea cual sea el puesto al que optes, debes estar seguro al cien por cien de que estás sobradamente cualificado para desempeñar las tareas requeridas. 

Es muy común asumir empleos por debajo de nuestras expectativas o de nuestra preparación, no te traiciones y si crees que estás preparado para el puesto, es que lo estás. ¡A por él! No dudes jamás en tus repuestas, pero asegúrate de saber lo que vas a decir antes de empezar a hablar. Si te hace falta, tómate unos segundos (no más de tres) para reflexionar. 

La profesionalidad no está reñida con ser una persona amable, educada, sonriente y optimista. Una sonrisa y una sincera y limpia abren más puertas de las que nos pensamos.

Si te preguntan acerca de alguna tarea en la que no tienes experiencia, no dudes en responder con sinceridad y aclarar con rapidez que te encantaría formarte y adquirirla. 

Es importante que muestres siempre una predisposición a la formación y a aprender nuevas tareas, desempeñar nuevas funciones, manejar nuevos programas... los tiempos cambian y las empresas se van a adaptando a ellos, y esperan que sus trabajadores hagan lo mismo. 
Si te piden que hables de ti, preséntate de una manera franca (conviene que lo lleves preparado de antemano). 

Vocaliza y habla claramente y haciendo las pausas necesarias. Olvida todos los coloquialismos e intenta utilizar términos técnicos del sector para referirte a ellos. 

Se profesional también en el lenguaje, demuestra que sabes de lo que hablas. Ten en cuenta de que verbos como aportar, aprender, formar, desarrollar, involucrar... etc les vuelven locos a los entrevistadores.

La expresión corporal da muchos datos de ti al entrevistador, cuídala. Se armonioso, no te envares. Camina recto y de forma ordenada. Deja que te conduzcan a la sala donde será la entrevista. Saluda a los entrevistadores con educación. Dales la mano mirándoles a los ojos y siéntate cuando y donde te lo indiquen. 

Siéntate con la espalda recta y la cabeza alta (no se te ocurra recostarte). No cruces ni brazos ni piernas (siempre juntas), e intenta adoptar una posición natural. Si estás frente a una mesa puedes apoyar ligeramente las muñecas mientras hablas. 

Es conveniente que practiques estas posturas con la ropa que te vas a poner frente a un espejo, para que veas cómo te van a ver.

Presta atención cuando te hablen y mantén siempre la mirada en los ojos del entrevistador o entrevistadores. Despídete educadamente al irte y vuelve a darles la mano mirándoles a los ojos.

ENTREVISTADOR

Es importante que dejes que él lleve el peso de la entrevista, te están entrevistando a ti, y no la revés. No le interrumpas jamás y mírale atentamente cuando hable.

Normalmente al final de la entrevista suelen preguntar si tenemos alguna duda, este es el momento de preguntar todo lo que necesites.




1. FAMILIA Y TRABAJO


Explica lo importante que son para ti los objetivos de la empresa, y que deseas gestionar tu vida familiar buscando una compatibilidad.

Siempre lo has hecho así, siempre has trabajado y lo has conciliado con tu vida familiar, así que no ves ningún inconveniente en encontrar un punto intermedio para compatibilizar ambas cosas.

2. EMBARAZO

Las cosas son así, y las mujeres siempre nos vemos más expuestas a que se nos cuestione nuestra vida personal. Siempre se aconseja decir que no se desea tener un bebé o que es algo que se ve muy lejano (dependiendo de la edad que tengamos).

La respuesta a esta decisión es muy personal, y aunque en la entrevista conviene ser sincero en todo momento, este es sin duda uno de los temas más delicados, sobretodo si tenemos pensado ser madres en poco tiempo.

Lo ideal en un mundo perfecto, es decir que aunque un hijo supone un esfuerzo extra en todos los sentidos, no supone por ello un menor rendimiento laboral. Y que una baja maternal no es una interrupción en la vida laboral, sino un paréntesis en el que enriquecerse como persona. Pero queda claro que este mundo está muy lejos de ser perfecto...




3. PREJUICIOS SEXISTAS

Lo son si te dicen o te dan a entender que un hombre realizará el trabajo mejor que tú. Trata de explicar que sólo hay una forma correcta de hacer las cosas, independientemente de que quien las haga sea hombre o mujer.
Defiende tu experiencia y tus cualidades.

4. MOTIVOS POR LOS QUE TE INTERESA EL PUESTO

Haz referencia a la empresa, solidez, estabilidad... etc todo lo que se ocurra, y después céntrate en el puesto en concreto.

Comenta tus antecedentes educativos y tu experiencia en este campo y asegura un futuro logro de objetivos.



Jamás hables mal de ninguna de las empresas en las que has trabajado anteriormente.

Habla con sinceridad y honradez y potencia siempre los posibles factores positivos. Lleva preparada una respuesta convincente, y recuerda que pueden comprobar lo que digas.

6. SUELDO

Se está poniendo muy de moda últimamente preguntarle al entrevistado sobre qué sueldo le gustaría recibir. Bien. Como se supone que has investigado la empresa antes de la entrevista, debes tener una aproximación de cuál es la franja en la se mueve la categoría del puesto al que optas. 

Di mejor: - Entre 1500 y 2000 €. Lo ideal es decir que estás en un baremo de cantidades.

Es mejor que tú no saques el tema del dinero, que sea el entrevistador el que te informe. Si no lo hacen en una primera entrevista, es porque habrá una segunda cita, no te preocupes. De todas formas si en una segunda cita, no sacan el tema, ha llegado la hora de que preguntes de forma discreta por el salario.

FINALIZAR LA ENTREVISTA

Es al final cuando te suelen decir si quieres preguntar algo o tienes alguna duda. Conviene llegado a este punto llevar alguna preparada. 

-         ¿No hay flexibilidad horaria, no?---- jamás preguntes así.
-         ¿Tenéis flexibilidad horaria?---- así si.