Para aprovechar los kilos y kilos de fruta y verdura que dan los árboles durante el verano, una muy buena opción es elaborar mermelada casera para el invierno.
Mucho más sana y natural que las compradas.
Os enseño
como hacerlo de forma sencilla.
El ejemplo va a ser son mermelada de ciruelas, pero se puede
hacer con cualquier fruta o verdura.
He cogido kilos y kilos de ciruelas, tengo de dos tipos:
verdes y moradas. El primer paso será pues separarlas por colores, aunque por
supuesto, también se pueden mezclar.
- Lavamos y troceamos las ciruelas. No hace falta pelarlas, ni tampoco es necesario picar los trozos muy finos, ya que al macerar con el azúcar la fruta se ablanda y se deshace.
- Reservamos aproximadamente 3 huesos de ciruela por kilo. Los huesos tienen pectina, componente esencial para la conservación de la mermelada y que hará que no necesitemos añadirle zumo de limón.
- Tapamos el bol con film transparente y guardamos en la nevera hasta el día siguiente.
- Ponemos a cocer las ciruelas a fuego lento- medio. Probamos el sabor, con mucho cuidado de no quemarnos y rectificamos de azúcar, añadiríamos más si fuera necesario. Es el momento de añadir un poco de canela y/o vainilla.
- Cocemos las ciruelas hasta que la mezcla coge consistencia de mermelada, y sin dejar enfríar, vamos llenando con una cuchara los frascos de cristal limpios y preferiblemente esterilizados hasta arriba. Importante que retiremos los huesos cuando los encontremos.
- Cuando estén los botes totalmente llenos, sin burbujas de aire, los tapamos bien y los colocamos boca abajo, esto hará el vacío necesario para que la conserva se mantenga en perfecto estado. Si quedan vacios como se ve en la foto, es recomendable abrirlos cuanto antes mientras estén muy calientes, llenar y volver a cerrar boca abajo.
- Dejamos enfriar a temperatura ambiente y guardamos en la despensa indicando en una etiqueta la fecha de envasado.
No se puede tener una mermelada más natural, más sana y más
rica. Ya me contaréis, si probáis a hacer esta receta seguro que repetís!