¿Hay mayor fracaso que desperdiciar la vida? Nuestro tiempo es limitado, y si no aprendemos a ser felices, terminaremos sintiéndonos unos fracasados. Nunca es tarde para cambiar.
Parece que el mundo comienza a darse cuenta, de que el
capitalismo salvaje que hemos venido sufriendo hasta ahora, es
insostenible.
Se empieza cuestionar la relación entre el crecimiento
económico que genera el sistema capitalista, y el bienestar de la sociedad, que
se ve constantemente forzada a competir unos contra otros con la única finalidad
de ganar dinero.
El sistema capitalista no sólo no beneficia, sino que destruye al colectivo mayoritario de nuestra sociedad: los trabajadores, y es la nueva forma de esclavitud del siglo XXI.
Las quejas de los trabajadores son siempre las mismas:
desigualdades salariales, exceso de trabajo, mal ambiente gracias a jefes
tóxicos, horarios rígidos que impiden conciliar la vida laboral con la
personal..., pero la precariedad y el estrés laboral, siguen siendo las quejas
más comunes.
Si la ley de la naturaleza dice que todo se transforma,
que nada muere sin más, podemos entender la crisis actual como una oportunidad
de cambiar y evolucionar.
Todos necesitamos dinero para poder vivir, pero es verdad que muchas de las cosas en las que gastamos nuestro dinero no son necesarias. Cubiertos estos mínimos, la obsesión por incrementar nuestros bienes materiales, nos quita la felicidad. Está demostrado que para ser feliz no necesitamos la mayoría de las cosas que tenemos o que hacemos.
“Downshifting” es un término inglés, que se empieza a oir cada vez más. Se utiliza para referirse a la opción de reducir el nivel de vida, para poder incrementar su calidad y trabajar sólo para cubrir las necesidades reales, lo que es realmente necesario, no lo que nos dicen que necesitamos para ser felices.
Los sociólogos predicen que los nuevos pilares económicos del futuro serán la responsabilidad personal, el ahorro, el comercio justo y el consumo ecológico.
La felicidad no está relacionada con los bienes
materiales, no hay nada más poderoso e inspirador que sentir pasión por lo que
haces, la clave está en encontrar tu camino y ser feliz con lo que haces.
Si alguna vez has renunciado a hacer algo que te gusta
por falta de tiempo, plantéatelo.
¿Te atreves a vivir más con menos?