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ELIGE BIEN EL MOMENTO DE HACER CADA COSA Y AHORRARÁS UN MONTÓN

A estas alturas de la vida, supongo que no es ningún secreto para nadie el hecho de que viajar en temporada alta es carísimo, y comprar marisco en Navidad hasta tres veces más caro que el resto del año.



Si tu trabajo te lo permite (sino siempre puedes proponerlo), intenta coger las vacaciones de verano en junio o septiembre, y las de Navidad y Semana Santa pasadas estas fechas.

Conseguirás ahorrar un montón de dinero, tanto en hoteles como en desplazamientos, y habrá menos gente para visitar, para aparcar en la playa, menos aglomeraciones... tendrás unas vacaciones más relajadas.

Los precios en temporada alta pueden llegar a duplicarse, y el tiempo (depende del sitio que queramos visitar), no varía demasiado.

Todo esto por no hablar de todas las ventajas que tiene trabajar en Agosto. Cuando la mayoría de los trabajadores están de vacaciones, se puede aparcar sin problemas en el centro, la carga de trabajo siempre es menor, y hasta hay asientos libres en el metro.

 La ciudad parece distinta.
!Una gozada!