Literal, como lo oís.
Ocurrió el pasado domingo día 4 de mayo, en la estación de
autobuses de Burgos, una de las más sucias que he visto en mi vida. Como está
de moda (cada vez más) cobrar hasta por respirar, hace ya tiempo que la
estación de autobuses de Burgos cobra por usar los servicios públicos de la
estación.
Cobran 20 céntimos que debes meter en la ranura (tipo
taquilla), y al cerrar o al abrir la puerta, no lo recuerdo, la moneda cae.
Cuando entré a los baños detecté enseguida un olor
pestilente y asqueroso, pero no me llamó demasiado la atención, ya que casi
todos los baños públicos de las estaciones huelen así.
Había unas siete cabinas cerradas ante mí y frente a ellas
unos lavabos realmente sucios y un suelo encharcado y lleno de suciedad. Elegí
una de las cabinas al azar y metí mis 20 céntimos para poder abrirla.
Abrí la puerta y no llegué a entrar: una enorme mierda del
tamaño de las boñigas de vacas cubría la taza y parte de la pared: me di la
vuelta, cerré la puerta y me fui de mala leche a los baños de la cafetería.
Sin palabras.
¿Alguna vez os ha pasado algo parecido?
Añado esta nueva experiencia al post: COSAS QUE ERAN GRATIS Y QUE AHORA YA NO LO SON