Ojo con esto! Hay cursos en los que no se aprende nada, en los que se engancha al alumno mediante engaños, y en los que encima el título que te dan no está homologado, o no es oficial.
Este tipo de cursos, cursillos
etc son enseñanza no reglada y esto puede dar pie a bastantes equívocos. Varias personas me han escrito ya contándome
historias muy oscuras acerca de estas empresas.
Conviene asegurarnos sobre todo de la validez
del título que nos va a proporcionar, que no sea un simple título acreditativo,
porque luego en la práctica no tienen ninguna validez.
Hay que fijarse que la títulación sea oficial y que esté homologada, porque si no lo está, deberemos superar el examen de homologación aparte.
Hay que fijarse que la títulación sea oficial y que esté homologada, porque si no lo está, deberemos superar el examen de homologación aparte.
Otra cosa a tener en cuenta son las condiciones del curso (temario, horario, materia, tutorías, posibles prácticas o bolsa de empleo…)
Una de las cosas más importantes es la
confianza. Una empresa que es “profesional” no monta ningún número teatral.
A
mí me pasó en la Escuela de Diseño Cipsa Deusto: concerté una cita para
informarme acerca de los cursos con lo que resultó ser una comercial. Yo
ingenua de mí, pensaba que sería algún docente del centro o al menos alguien
que trabajara allí.
Cuando me empezó a hablar de precios por asignatura, matrícula… etc y le dije que me lo tenía que pensar, ya que el importe era bastante superior al de otros sitios que había estado mirando (el triple, en concreto).
Nada más decir estas palabras, la comercial comenzó a hacer su teatrillo: "¡Ay! Espera que tengo que consultar si te conceden no sé qué beca… a ver tus notas… voy a consultar ahora mismo…"
Cuando me empezó a hablar de precios por asignatura, matrícula… etc y le dije que me lo tenía que pensar, ya que el importe era bastante superior al de otros sitios que había estado mirando (el triple, en concreto).
Nada más decir estas palabras, la comercial comenzó a hacer su teatrillo: "¡Ay! Espera que tengo que consultar si te conceden no sé qué beca… a ver tus notas… voy a consultar ahora mismo…"
Yo flipé. La chica se levantó y me dejó allí esperando sentada en su despacho durante 10 minutos.
Cuando volvió de tomarse un café, por supuesto me habían concedido la beca y ¡sorpresa! El precio final del curso no llegaba al doble de lo que costaba en otros sitios.
No me pareció serio. Pregunté y busque
información en internet y vi que solían repetir la misma función con cada
posible alumno.
¡Cuidado!