Todos hemos visto estos días noticias en las que se veía gente apaleando ballenas y delfines en un mar teñido de rojo
No se trata de ninguna película de terror, tristemente en este caso la realidad supera la ficción y estas imágenes son reales. “Grindadràp” es el nombre esta horrible matanza que sucede todos los años en julio y agosto en las islas situadas en el Atlántico Norte.Las ballenas y delfines se acercan a la costa por estas fechas y la población aprovecha para llevarlas hacia las playas y matarlas con lanzas y machetes. Cada año mueren cerca de 1000 ejemplares.
Uno podría preguntarse a qué clase de planeta pertenecen estos
individuos, que proceden de forma tan violenta. Pues bien, esto está pasando en
Dinamarca, en las islas Feroe, en un país supuestamente avanzado y miembro de
la Unión Europea.
Se escudan en que se trata de una antigua tradición, lo que agrava todavía más lo salvaje de la situación, ya que si bien antiguamente podía servirle para abastecerse, hace mucho que no es necesario ya que disfrutan de un alto nivel de vida. No se puede justificar de ninguna manera esta brutalidad como suministro de alimentos.
Se escudan en que se trata de una antigua tradición, lo que agrava todavía más lo salvaje de la situación, ya que si bien antiguamente podía servirle para abastecerse, hace mucho que no es necesario ya que disfrutan de un alto nivel de vida. No se puede justificar de ninguna manera esta brutalidad como suministro de alimentos.
Pero los argumentos y razones no les importan y siguen con la
tradición para divertirse. Porque dicen que la tradición forma parte de su
cultura.
No sé lo que entenderán por cultura y diversión, pero a mí esto no
me lo parece, y en cuanto al tema de torturar y matar animales por tradición,
no lo entiendo.